lunes, 30 de julio de 2018

EL INSULTO






Escrito por Luis Roca Jusmet

 Ziad Doueri es un director franco que aborda en este interesante filme un tema incómodo: el de la convivencia interreligiosa en el Líbano. Todavía más : los efectos en esta convivencia del resentimiento entre comunidades provocadas por heridas no cerradas de la generación anterior. La lectura política me parece clara : la democracia se basa en un ciudadano sin atributos. Lo cual quiere decir que cualquier ciudadano es un sujeto de derecho como los otros sin tener en cuenta consideraciones cualitativas. En cuanto se establecen diferencias por la lengua, la etnia o la religión se atacan las bases de la democracia. Esto es lo que ocurre en el Líbano : se mantienen comunidades étnico-religiosas cerradas en la representación política. Este es el primer interés de la película, como a partir de un pequeño conflicto personal se movilizan las pasiones tristes ( que diría Spinoza ) entre los cristianos falangistas) y los palestinos, bajo la mirada institucional de los libaneses árabes. Pequeñas causas, grandes efectos.
 Hay de todas maneras un segundo nivel que me parece incluso más interesante, que es la manera como presenta la película el tema de la deuda con el otro, la culpa y el perdón. También el tema de la víctima, en una sociedad en la que, como sabemos, hay una victimización permanente. ¿ Son los dos protagonistas víctimas o cada uno ha de asumir sus responsabilidades, por mucho que hayan padecido injusticias ? .
 La película tiene una excelente banda del compositor francés Eric Neveux. La buena dirección, un guión bien construido y la excelente interpretación de los dos protagonistas. Adel Karam y Kamel el Basha 8 premiado por este trabajo en Venecia) hacen de "El insulto" una buena producción que nos permite además a un cine, para muchos desconocido . el libanés.

viernes, 20 de julio de 2018

THE THALE



Escrito por Luis Roca Jusmet

 ¿ Porqué una película tan veraz y tan bien realizada tuvo tantos problemas para rodarse ? ¿ Porque una vez rodada ha pasado por los cines como de puntillas ? Porque la película trata de un tema tabú. El tabú no es el abuso sexual a los niños, tema sobre el que estamos informados y radicalmente condenado. No es eso. Lo que es tabú es la manera de plantearlo, que es, por otra parte, un ejercicio terapéutico de la directora Jennifer Fox basado en la sinceridad y no en la victimización. Lo que sorprende es que Jennifer Fox  ( encarnada por una magnifica actriz infantil - Isabelle Nelisse. y adulta - Laura Dern- ) se resiste a asumir el papel de víctima. 
 El título de la película es "El relato" ( "The tale") porque partimos de lo que se ha llamado "el yo narrativo." Como sabemos desde David Hume  las bases de la identidad son la memoria y la imaginación. Vamos construyendo con la imaginación lingüística una historia sobre nuestra vida. Con retazos de recuerdos que vamos hilvanando según una lógica que vamos decidiendo. Hay selección y distorsión en estos recuerdos, por supuesto. Pero finalmente podríamos hablar de un grado de veracidad en esta narración. Los psicoanalistas, de todas maneras, que siempre hay "la roca del inconsciente", el límite de lo innacesible por la represión primaria. También hay la frontera del preconsciente, de recuerdos que forman parte de la represión secundaria y que podríamos recordar si vencemos las resistencias que se ponen en marcha. 
 Jennifer Fox ( en la película Laura Dern) se ve confrontada, por un hecho contingente ( un descubrimiento azaroso de su madre) a una parte de su yo narrativo que tiene que ver con su iniciación sexual. Iniciación sexual que, por su carácter traumático, se le presenta como algo ambiguo y confuso. En la película no queda muy claro hasta que punto hay recuerdo y hay olvido. La cuestión es que la protagonista se ve interpelada al recuerdo traumático de la iniciación sexual por un adulto. Hay una serie de detalles que me llaman la atención. La primera es que Isabelle Nelisse ( la protagonista a los trece años, aparece como una niña y no como una adolescente). La segunda, conectada con la primera, es que esta niña es la anti-Lolita. Es lo contrario de la niña-mujer seductora. 
 Es interesante la manera como la mujer se enfrenta a la verdad de un recuerdo idealizado y que oculta lo que tuvo de terrorífico. No quiere ser víctima pero se sabe víctima de la manipulación y el engaño de un adulto perverso. Porque el entrenador ( Jason Ritter) es el prototipo del narcisista perverso que realiza un acoso implacable y sistemático a una niña que quiere dominar como su objeto sexual absoluto. Aquí hay que señalar también el ambiguo papel de la entrenadora ( Elizabeth Nebitki). 
 La música y la fotografía complementan el impactante guión y dirección y la excelente interpretación.
 Quizás sea la falta de tono moralista la que hace la película poco soportable para quién quiera dejarse sacudir por esta gran película.