sábado, 28 de noviembre de 2015

NO TENGAS MIEDO



Escrito por Luis Roca Jusmet

 Nos encontramos frente a una película que no puede dejar indiferente. En primer lugar por la calidad del film. Montxo Armendáriz, uno de los grandes directores del cine español, nos muestra su capacidad para narrar con un pulso excelente  una historia creíble e interesante, con una extraordinaria interpretación de Michelle Jenner, de LLuís Homar y de Belén Rueda. Todo el conjunto técnico se pone al servicio de este buen cine, que combina la calidad cinematográfica con la capacidad de transmitir una problema social tan oculto como arraigado.
 Estamos hablando de los abusos sexuales en una relación incestuosa. Un padre que abusa de su hija, Silvia, desde los ocho años. Pero no es el padre violento, primario, que tiene aterrorizada a su familia. No es este el perfil. Es un dentista, miembro de la clase media-alta madrileña. Que mantiene una relación distante con una mujer que se acaba separando de él. Una mujer que no quiere saber nada de lo pasa entre su marido y la niña, que cierra los ojos porque quiere vivir su vida y los dos son para ella un estorbo. Un padre cariñosos frente a una madre que siempre ha sido muy fría con su hija. Un padre que es el que se ocupa de su hija. Este padre es el que un día, entre caricias, empieza a hacer cosas extrañas con la niña. Cosas que ella no entiende pero que, confusamente relaciona con lo prohibido, con algo tan difuso como la sexualidad. La película muestra de manera magistral el antes y después de esta experiencia para la niña. La niña alegre y extrovertida pasa a ser una niña triste e introvertida.
Y los abusos se reproducen a lo largo de los días, las semanas, los meses y los años. Sobre todo a partir del momento que sus padres se separan y ella, increíblemente, queda bajo custodia del padre. ¿Qué mejor que este padre amoroso para ocuparse de "su princesa" ?
 ¿ Hay violencia ? Claro que hay violencia, aunque no se manifiesta de manera agresiva. La violencia de este Otro en el que confía, el que debería ofrecerle seguridad y confianza y que le convierte en un objeto, en el objeto de su goce.

lunes, 9 de noviembre de 2015

LA VIDA DE ADÈLE



Escrita por Luis Roca Jusmet

 Una película extraordinaria, cuyo tema es, en el fondo,la misma vida. El director Abdellafit Kechiche y la protagonista, Adèle Echarchopoulus, consiguen una puesta en escena que respira veracidad y vitalidad. El drama humano explicado a través de un tiempo de la vida de Adèle. El tiempo que va de la adolescencia hasta el inicio de la adultez ( ¿ porque no se utiliza más esta palabra y suena tan rara que hasta parece un neologismo ?). El tiempo del despertar de la sexualidad hasta el de la asunción de la decepción, del desengaño como elemento de la vida humana. El deseo, el amor, la incomunicación son los hilos que configuran esta historia.
 Pero hay en esta historia dos elementos singulares. El primero es la personalidad de Adèle. Adèle es un combinación de inseguridad y seguridad, de inocencia y de madurez, de contención y de empuje. Adèle es Adèle Echarchopoulus porque no puede ser otra. porque es la mirada, es el gesto, es el movimiento, es la expresión y es todo el cuerpo de Adèle el que no puede ser de otra manera.La espiritualidad del cuerpo que no deja de ser cuerpo. Me parece un retrato magnífico e irrepetible de esta iniciación de adolescente a adulta.Como también es inustituible la impresionante actriz Léa Seydoux en el papel de Emma.
 El otro elemento es que Adèle es lesbiana. Y es un mundo poco tratado en el cine. El de la homosexualidad masculina no, por supuesto, pero si el de la femenina. Y aunque sea un microcosmos propio el deseo y el amor son lo que son y tiene la misma fuerza, carnalidad, pasión que entre una mujer y un hombre o entre dos hombres. Y mientras comprobamos esto resuena el discurso teórico de uno de los personajes secundarios sobre la sexualidad femenina como radicalmente diferente de la masculina. Disacurso bastante lacaniano sobre el goce fálico del hombre y el no fálico de la mujer. 
 El tema de la incomunicación, del malentendido está muy presente en la película. Por una parte la relación de Adèle con sus padres. Sin tensión, sin conflicto, muerta. Los padres es como si no existieran. Están allí, ausentes, frente a la soledad y los problemas de Adèle. No se implican, no quieren implicarse. Y el lacaniano "la relación sexual no existe" también está presente en esta relación entre mujeres, con el malentendido siempre presente, siempre acechando.
 Las escenas explícitas de sexo entre mujeres forman parte de la misma historia, naturalmente y sin morbosidad. Sin recreación y sin ocultación.
 Es interesante ver el rechazo de las adolescentes a las inclinaciones homosexuales de su amiga y compañera.

domingo, 1 de noviembre de 2015

PRIDE


Escrito por Luis Roca Jusmet

 "Pride", es decir orgullo , es una película británica estrenada el año 2014. Su director es Matthew Warchus , que se hizo famoso con "The Full Monty".Es un tipo de cine muy peculiar, que sabe combinar la comedia costumbrista con la crítica política. En este ocasión lo que nos muestra el realizador es un acontecimiento real que tuvo lugar el año 1984. Lo que ocurrió es que confluyeron dos luchas radicalmente diferentes contra el gobierno de Margareth Tatcher. La película nos permite varias reflexiones interesantes.
  Hay luchas concretas que tienen un carácter emancipador, porque más allá de las reivindicaciones concretas, son luchas por la dignidad. O como dice el título de la película por el orgullo. Porque los gays y las lesbianas, uno de los colectivos, luchan por su reconocimiento, por ser aceptados como tales, por ser sujetos de derechos como los otros. Pero los mineros también reivindican, en su defensa de la industria minera, su mundo y el de sus ancestros. No es un trabajo fácil ni agradable pero es su trabajo. Y el de sus padres y abuelos, muchos de los cuales murieron jóvenes por la peligrosidad del oficio. Pero es sus manera de vivir, alrededor de la cual han tejido sus supervivencia y sus relaciones. Lo que ocurre es que las luchas emancipadoras, como estas, no confluyen naturalmente. Porque defender los propios derechos no quiere decir defender los derechos del otro. Una lucha no implica la otra. Pero la propia lucha puede mover a la solidaridad.Esto es lo que entienden los gays y las lesbianas. Pero no es tan fácil. Porque los prejuicios de los mineros contra los gays hace que algunos de estos se resistan y que a los propios mineros les cueste aceptar la solidaridad. 
 Pero  al final vencen las mejores tendencias. Como decía Spinoza un afecto solo puede ser ganado por otro afecto. Y así la pasión alegre de la solidaridad vence a la pasión triste del resentimiento. Por lo menos colectivamente.
 Una segunda cuestión, también política,es la de la naturaleza de la opción política de Margareth Tatcher. Es una combinación de neoliberalismo económico, neoconservadurismo social y política democrática de tintes autoritarios. Con lo primero quiero decir privatización, individualismo competitivo y modelo de gestión empresarial. Esto es lo que ataca a los mineros. Lo que va en contra de los gays y lesbianas no es esto. El neoliberalismo es capaz de integrar a los gays y lesbianas y treinta años después está perfectamente comprobado en lugares como Barcelona.
Pero la emancipación ha sido fruto de una lucha auténticamente liberal y democrática contra el conservadurismo social. 
 Pero el enemigo de ambos es la forma autoritaria de la democracia que gasta Margareth Tatcher. Esto es lo que puede unir a colectivos tan diferentes como los que muestra la película. Un modelo que siguió el Partido Republicano USA con Reagany Bush o, sin ir más lejos, el PP español.
 Todo un canto a la solidaridad que merece la pena ver y disfrutar.