viernes, 17 de julio de 2015

EL AÑO MÁS VIOLENTO




Escrito por Luis Roca Jusmet

 Sin ser una película de la mafia la situaría en la noble tradición de las películas sobre el tema de Coppola ( "El padrino") o Sorsesse ("Uno de los nuestros"). Cine potente, duro, sobrio en el que se manifiestan problemáticas casi shakespearianas. Problemáticas que hacen referencia, sobre todo en este caso, al drama más que la tragedia. Drama porque los personajes se enfrentan a las decisiones que determinarán el futuro. El futuro depende de nuestras decisiones, aquí está lo grave, lo dramático de la cuestión. Pero lo bueno es que los personajes no dramatizan, viven el drama de manera contenida, con la fuerza del control. Perder el control es, justamente, el origemn del desastre.
 J. A. Chandor es un gran director, un excelente director. Leo que hay que considerarle un discípulo de Sidney Lumet. Es posible. Pero tiene un estilo propio. Había visto antes una película suya, Margin Call, que  me pareció una crónica muy lograda sobre las conductas guiadas exclusivamente por la codicia de las gentes de Wall Street. 
 El año más violento es una película, en un contexto singular, de la ética kantiana. la ética kantiana es una ética de principios basada en la dignidad y el respeto. No se trata de ser altruista, ni compasivo. Tampoco de valorar las consecuencias de tus actos para decidir en cada momento lo que es mejor o peor. Se trata de elegir siempre el camino correcto, como dice el protagonista de la película. Porque si no sigues el camino correcto lo que consigues no tiene valor. Es el deber por encima de todo, deber que dignifica lo que haces y que te hace respetar a tí mismo y lo que haces. "No tenéis respeto por lo que hacéis" es otra de sus frases.
 Es muy interesante ver a este hombre, con pinta de mafioso italiano ( aunque es hispano) encarnar esta ética del deber. En medio de violencia y corruptelas, de mafiosos y delincuentes, él se niega a seguir el juego. No puede hacerlo porque si lo hace todo su mundo, todo lo que quiere, pierde su valor. Porque entonces dejaría de respetarse a sí mismo y no podría exigir respeto de los otros.

jueves, 2 de julio de 2015

LOS SECRETOS DEL CORAZÓN



 Escrito por Luis Roca Jusmet


  La vida es dolor es el mensaje fundamental de la filosofía de Schopenhauer.  El dolor es algo que sentimos los humanos. Lo sentimos como emoción y lo sentimos como sensación. La diferencia entre sentimiento y sensación es que el primero es más interno y el segundo más externo. Pero como explica el gran neurocientífico Antonio Damasio en los dos casos los sentimos de manera consciente, como algo propio. Ambos son corporales, pero los transformamos en mentales en el momento es que se convierten en una idea consciente y en una expresión lingüística. No solamente sentimos dolor sino que además somos conscientes de que nosotros somos los sujetos. Somos, a diferecnia de los animales, sujetos del dolor. A veces se confunde el sufrimiento con el dolor, pero se puede marcar una diferencia radical. El dolor es punzante, grita. El sufrimiento es sordo, silencioso. El sufrimiento se soporta, el dolor puede ser insoportable por su intensidad.
 El otro día vi una buena película sobre el dolor, que se llama Secretos del corazón. Trata del dolor provocado en unos padres por un hijo muerto, un niño de siete años. La madre de la protagonista también perdió a su hijo, un heroinómano de treinta años. La hija le pregunta a su madre si alguna vez el dolor desaparece y la madre dice que no, que nos acompaña hasta la muerte. Lo que cambia es la manera como nos acompaña, dice.
 La película está dirigida por John cameron Mitchell y protagonizada por Nicole Kidman y Aaron Eckarth